El punto de partida para la mayor cantidad de actividades en las Islas Galápagos es Puerto Ayora, un pequeño y encantador pueblo portuario donde el sol, las aves marinas y los botes de pesca coexisten en un feliz equilibrio. En las afueras está la mundialmente conocida Estación de Investigaciones Charles Darwin.
Aunque es el lugar más visitado de las Islas Galápagos, la mayoría de los viajeros que llegan lo hacen para conocer la Estación y concretamente, hasta hace muy poco tiempo, para conocer al solitario George, recientemente fallecido a sus más de 150 años. Ahora, sin la prioridad de conocer a George, los visitantes podrán tomarse más tiempo para descubrir otros encantos de Puerto Ayora que tiene mucho más que ofrecer, como su excelente oferta de cocina internacional, sus hoteles frente al mar, sus bares al aire libre, escuelas de buceo y una avenida de tiendas exclusivas que ofrecen desde pareos con diseños en “tie-dyed” hasta sombreros de Panamá.
En avión luego de un viaje de unas 3 horas desde Quito, y aterrizan en Baltra, una pequeña isla al norte de Santa Cruz.
Los extranjeros deben mostrar su pasaporte y pagar la tarifa de $100 que cuesta el acceso Parque Nacional Galápagos.
Desde Baltra los pasajeros pueden subirse directamente en los barcos que ya tenían reservados y que están anclados a sólo 5 minutos del aeropuerto, (los guías estarán esperando), o ir hacia Puerto Ayora en un viaje que dura 45 minutos en un bus de TAME que estará esperando afuera del aeropuerto y que no tiene costo adicional. En sólo 5 minutos se llega al ferry que por $1 cruza el canal que divide ambas islas. Del otro lado es posible tomar un bus público o un carro privado para salvar el último tramo hasta Puerto Ayora.