El Épico Sincholagua

                                                
  → Noviembre 2019←

Bueno, hasta que me animé a escribirlo, lo que me llama la atención es que quien me lo pidió nunca ha leído nada mío, pero bueno ahí vamos.
En diciembre 2018 hice mi primera montaña (El Ilaló), y les soy sincera, me enamoré. La sufrí mucho porque obviamente no tenía el físico, ni la costumbre, pero me retaron a hacerlo y después de posponerlo muchas veces, por fin me decidí y lo hice, y desde ahí he hecho lo posible por continuar. Es por eso que casi un año después, he estado con un par de grupos que se dedican a esto y encontré uno muy chévere que lo hace por amor a la naturaleza, por despejar un rato y seguir sumando aventuras a nuestras vidas, y de eso se trata, no?
En Ecuador tuvimos festivo del 1 al 5 de noviembre 2019 y ¿qué mejor plan, que ir a la montaña?, nos organizamos con este grupo de amigos y después de hacer votación, ganó como destino el Sincholagua. Para quienes no lo saben, el Sincholagua es un volcán inactivo y está a 17 kms del Cotopaxi, tiene una altura de 4.873 m.s.n.m. y es la cumbre #12 entre las más altas del país. Todo un reto! Por cierto, algo que siempre hago, es googlear todo acerca de la montaña que planeamos ir, para saber cuál va a ser a aventura!

El domingo 3 de noviembre a las 07h30 nos encontramos todos en uno de los accesos a la Reserva del Cotopaxi. Por ser feriado, había mucha gente, entre turistas y personas que querían hacer montaña y escuela de glaciar en el Cotopaxi, el ingreso fue un poco complejo ya nos revisaron todo y lógicamente estábamos bien equipados., por suerte dentro del grupo tenemos 2 amigos guías certificados que hicieron que finalmente podamos ingresar.

Somos un grupo constante de alrededor de 7 personas, pero ese día estábamos más, como 12. El Cotopaxi nos recibió con un hermoso paisaje de postal, como siempre lo hace, ese tipo de cosas nos motivan aún más. Por seguridad dejamos los autos junto a la entrada norte de la reserva, alrededor de las 08h30 todos estábamos listos, con mochilas, bebidas, gorras, palos de trekking y empezamos.
En lo personal, el inicio siempre me resulta duro, creo que es por la falta de constancia y estado físico, pero poco a poco voy cogiendo el ritmo, el clima estaba bastante bueno, pero los últimos días había llovido en las tardes, por lo que sabíamos que debíamos ir a un buen ritmo para que no nos coja la lluvia. Del grupo de 12, 2 personas ya habían hecho cumbre del Sincholagua, pero por rutas diferentes, sin embargo íbamos sin ningún problema, además, solemos llevar un GPS en el cual vamos marcando la ruta para así poder repetir otro día, y esta vez no fue la excepción.
Alrededor de las 12h30 ya empezó a caer la neblina, y seguíamos ascendiendo, como les dije era feriado y había más gente, un grupo de 18 personas subiendo el Sincholagua también.
Como en todas las montañas, llego a cierto punto en el cual el cuerpo no me duele, y le veo a la cumbre tan tan cerca que no me detengo, no sé de donde salen las fuerzas, me pongo mi gorra hacia atrás y cogemos la punta del grupo con el Marce (nuestro guía y líder, xq siempre nos anima a seguir haciendo montaña), íbamos parando para no alejarnos mucho del grupo, para ese entonces ya habíamos caminado alrededor de 5-6 horas y aún no llegábamos.
A las 14h30, Gabriel (nuestro otro guía) se acercó a la punta del grupo y empezamos a bajar el ritmo porque a pesar de que nos faltaba la última cuesta algunos del grupo estaban fundidos, pero lo logramos, y subimos todos esa última cuesta con mucho cuidado, ya con los cascos por la cantidad de roca que había.
 Una hora después, 15h30 llegamos a 30 metros de la cumbre, estos últimos metros hay que escalarlos, y se acuerdan el grupo de 18 personas del que les hablé?, pues llegaron antes y estaban escalando ellos, en promedio les tomaba 10 minutos, por persona, el subir y otros 7 minutos el bajar, eso implicaba que debíamos estar un par de horas ahí para poder hacerlo nosotros. Lección 1: por más que estés a 30 metros de la cumbre, si no hay las condiciones de hacerlo, NO SE HACE! y así fue; mi grupo decidió que ya era muy tarde, el frío ahí arriba era cada vez más insoportable, y el clima se estaba poniendo bastante feo. Habíamos caminado 7 horas y aún nos faltaba la bajada, así que era momento de bajar. Lo confieso, me dio mucha pena no haber hecho cumbre, pero tenía la satisfacción de haber llegado tan lejos y a un muy buen ritmo. Media vuelta y empezar a bajar.
 A los pocos metros empezó a granizar, no todo nuestro equipo es impermeable así que me puse mi poncho de agua y bajé, realmente te ayuda mucho por el agua y el viento que hace. La neblina se puso muy densa y en algún punto del camino, nos confundimos!!. Los integrantes del otro grupo bajaron también, pero de manera desordenada, cuando parábamos veíamos 3 personas en la derecha, otras 5 delante de nosotros, otras 4 a la izquierda y fue bastante estresante.
Queríamos bajar rápido, el GPS que teníamos no era del todo claro, decía que estábamos a pocos metros del punto marcado pero eran precipicios por los cuales era imposible bajar. Finalmente paró de llover pero el piso y las rocas ya estaban bastante mojadas, y al bajar, una amiga de nuestro grupo sufrió una caída bastante fuerte, yo estaba en la punta del grupo y pude ver como casi cae de una pendiente de al menos 3 metros de alto, de roca pura. Su mochila y casco la detuvieron y no pasó de un gran susto, en ese momento todos nos volvimos a equipar muy bien y a ponernos más cómodos por cualquier contratiempo, Lección 2: nunca te saques el casco!

Al ver que los 2 grupos estábamos desorientados nos unimos, nosotros continuábamos los 12 del inicio, ellos que eran 18 estaban como 6, si mal no recuerdo, poco a poco seguíamos encontrando a más gente de su grupo. Lección 3: nunca te separes del grupo! Los guías de los 2 grupos se juntaron y marcaron la ruta y empezamos a seguir, para esto ya había oscurecido, no todos llevamos linternas porque nunca nos ha tomado tanto tiempo una montaña y yo que soy la que tiene menos experiencia del grupo, ya había hecho 8, para ese entonces.
Ahhh, y por si fuera poco, nadie sabía nada de una integrante del otro grupo y todos estaban muy preocupados, se llamaba Greice recuerdo, nunca me voy a olvidar ese nombre, by the way! Un guía y otro integrante del otro grupo, decidieron ir a buscarle. En esos momentos sale a flote la solidaridad, muchos les dieron comida, ropa abrigada, linternas buenas y el GPS con la poca pila que tenía pero que de algo serviría, lección 4: Siempre ten buenas pilas y lleva pilas de repuesto! Hay que ser conscientes de que eran personas que no conocíamos y los equipos son caros, corres el riesgo de perderlos, pero más puede la solidaridad en momentos como esos.
Nos volvimos a separar y bajábamos en la oscuridad absoluta, muchos con las linternas de nuestros celulares, Lección 5: que nunca falte una buena linterna en tu equipo de montaña! Alrededor de las 19h00 / 20h00 estuvimos en un punto donde había señal de celular, llamamos a nuestros familiares para que estén tranquilos, porque parecía que al fin estábamos encaminados. Como se imaginarán, en este punto ya no teníamos comida, casi nada de agua, y créanme que las fuerzas iban desapareciendo.
Finalmente llegamos a un punto en el cual teníamos que cruzar un río por medio de un puente y nos encontramos con los 2 chicos que fueron a buscarle a Greice y no la encontraron… para esto ya eran las 22h00. No sabíamos dónde estaba el bendito puente para cruzar y los 2 grupos nos separamos, nosotros decidimos ir hacia la izquierda, y ellos a la derecha. Y efectivamente, el puente estaba hacia la izquierda. Por fin cruzamos y llegamos al camino por el que iniciamos, el cual era bastante claro, lo recordábamos con nitidez hasta llegar al camino carrozable. Sentimientos en ese punto: alivio! porque ya estábamos muy muy cerca de los autos pero el agotamiento era indescriptible, caminábamos por inercia, solo queríamos sacarnos los zapatos. A las 23h30 llegamos a los autos, y a la 1 am a nuestras casas.
Si, caminamos alrededor de 15 horas y más menos 35 kilómetros, nuestras familias asustadas, pero fue un final feliz después de todo, con muchas lecciones aprendidas, satisfecha por el gran grupo que hemos formado que siempre se mantuvo fuerte y unido, y agradecida de haber vivido esto con personas que confío mucho y no permitieron que pierda la calma. Lección 6: La mente te agota, los pensamientos te consumen, y como sea hay que mantener la calma y el optimismo! … Por cierto, ¿se acuerdan de Greice? Pues ella había bajado sin ningún problema y estaba desde las 18h00 en el transporte del otro grupo esperando… Conclusión: amé la experiencia y si, si volveré al Sincholagua.

By: LIPH

                                        

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